viernes, 22 de octubre de 2010

...o el doloroso proceso de aprender checo









Para empezar con este blog sobre mi vida en la República Checa creo que es conveniente hacerlo con una entrada sobre la lengua vehicular de mi estancia, o sea el checo.
El checo es una lengua eslava occidental que se escribe con el alfabeto latino y algunos signos diacríticos propios. Es una lengua basada en la declinación con 7 casos diferentes: nominativo, acusativo, genitivo, dativo, instrumental, locativo y vocativo. Como particularidades de esta lengua están el fonema [r̝], único en lengua checa, o también algunas palabras (bastantes) con ausencia total de vocales.
Sin ir más lejos, la foto que acompaña la entrada es un trabalenguas que significa literalmente “métete el dedo a través de la garganta”, con lo que os podéis imaginar las complicaciones que se van sumando a la hora de aprender la lengua checa o

č
eština.
Estas dificultades y otras, en mi opinión mayores, como son el número de hablantes del checo (unos 10 millones), o el hecho de que una grandísima parte de la población autóctona hable idiomas extranjeros (sobre todo inglés, pero también alemán o ruso) hacen que la enorme mayoría de extranjeros prescinda del aprendizaje del checo.
Es muy normal encontrar extranjeros que llevan un par de años por aquí y cuyo vocabulario checo se limita a děkuju (gracias), prosím (por favor) o ještě jedno pivo (otra cerveza).
En mi opinión, esta elección es bastante contraproducente ya que acabas viviendo en tu burbuja en un país extranjero, con un grupo de amigos de tu misma nacionalidad o lengua, llevando un tipo de vida que poco tiene que ver con el sitio donde vives.

Recuerdo las veces anteriores que vine a la República Checa (algunas vacaciones con Daniela, algún fin de semana) lo mal que me sabía estar con sus amigos checos sin entender ni una palabra. Ellos, simpáticos, me hablaban a veces en inglés o en español para que no me aburriera. Pero,¿qué voy a hacer? ¿Esperar siempre un poco de clemencia lingüística para relacionarme? Samozřejmě ne!

Aunque llevo poco tiempo por aquí creo que ya he aprendiendo algo de checo. Por ahora os ahorraré los malentendidos lingüísticos que he tenido en clase (sólo esta semana ya llevo dos de los graciosos), pero en estos dos meses ya noto la diferencia entre los primeros días en que no entendía nada y ahora en que, aún siendo malísimo y no entendiendo casi nada, ya capto trozos de conversaciones en la calle, en el tranvía, entre los alumnos, ya entiendo la carta de los restaurantes (bastante importante) y ya me manejo en la cafetería o en el supermercado.

Y tampoco está de más comentar el placer que esto da después de unas primeras semanas de penurias en que estaba más perdido que un pulpo en un garaje.

Bueno, ya os sigo contando algo más en una próxima entrada.
Muchos besos.

P.D. Os dejo un par de archivos de audio grabados por Daniela.

El primero son algunas palabras con el fonema [r̝] : Čtyři (cuatro), Koření (especia), samozřejmě (por supuesto)
Y el segundo es el célebre trabalenguas sin vocales: Strč prst skrz krk
(Para los lingüistas, en estas palabras sin vocales la l y la r son las que tienen la función de núcleo vocálico).

P.D. 2 Los grados empiezan a bajar poco a poco y ya empieza a notarse que esto es Centroeuropa.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Bienvenidos a la República Checa - Vitejte v Česke Republice


Náměstí Republiky - Plaza de la República de Plzeň

Podzim v Čechách - Otoño en la República Checa


¡Hola a todos y todas! Hoy hace justo dos meses que desembarqué(es un decir) en la República Checa con el firme propósito de quedarme a vivir en estas tierras por un tiempo. Además de esto, también me propuse crear un blog en el que poder contar mis experiencias en este país.
Como introducción, y sin que sirva de precedente, daré algunos datos biográficos que justifiquen mi llegada a estas tierras aún no tan frías.
El primero y más contundente es que mi novia es checa.
El segundo es que nunca me ha gustado pasar demasiado tiempo en un mismo sitio(y menos en un mismo país).
Y el tercero, aunque podría nombrar otros, es que mi novia me ofreció venir a dar clases de castellano a su ciudad natal, Plzeň, logrando que se alinearan el primer y el segundo dato.

Haciendo caso omiso a mi neurona de las decisiones pausadas, y sin saber casi nada de checo...que ya sabéis que es una lengua facilísima, llevo ya un par de meses por estas tierras (post-ocupación nazi, post-Segunda Guerra Mundial y post-ocupación soviética) felizmente instalado.
Dejando ya de lado mi biografía, en este blog intentaré comentar lo que me parezca más curioso de la vida y cultura checas.